Que es la estafa de las cartas nigerianas
A quién no nos han ofrecido por email en alguna ocasión una gran oportunidad de ganar dinero con facilidad, debido a una multitud de causas pero que tenían como común denominador que el hecho acaeciente ocurría en un país extranjero, africano preferiblemente, y que teníamos que hacer un pequeño pago para poder solucionar el problema y recibir una gran cantidad de dinero.
Para entenderlo mejor vamos a ver parte de un Auto de la Audiencia Nacional instruyendo el mayor caso de estafa de cartas nigerianas.
Los acusados participaron en los siguientes hechos;
Los acusados formaban parte de una organización internacional dedicada a obtener ilícitamente dinero de personas de todo el mundo, mediante el engaño conocido con el nombre de «cartas nigerianas».Este engaño consiste en hacer creer a la victima, a través del correo electrónico, teléfono o correo físico, que tiene que desembolsar una cantidad de dinero en concepto de pago de tasas, impuestos, aranceles, comisiones o sobornos, para lograr un beneficio económico determinado, beneficio que tras la transferencia de dinero no se produce.
Las modalidades son muchas: la «herencia», el «premio de la lotería», «oferta de trabajo», «romance», «situación de emergencia», etc.
Los acusados en el presente procedimiento eran agentes autorizados de la entidad de pagos Western Unión, Payment Services Ireiand, Ltd. (Wupsii) que actuaban en toda España desde establecimientos abiertos al público denominados «locutorios».Con carácter general, los agentes de la entidad de pago Western Unión a través de estos locutorios, realizan dos tipos de actividades:
- 1º.- Los «pagos», es decir, la recepción de los envíos de dinero procedentes del exterior que son abonados en los locutorios en España a los beneficiarios indicados por el remitente.
- 2º Los «envíos», es decir, la remisión de dinero desde los locutorios españoles al extranjero.
Así pues, los investigados, a través de los locutorios se dedicaban desde España, a la recepción del dinero enviado por las victimas del engaño desde los distintos países del mundo y a su posterior envío a los países de origen de los integrantes de esta organización, sobre todo a países del África Occidental, entre los que destaca Nigeria.
Los locutorios estaban ubicados en las provincias de Madrid, Málaga, Valencia y Sevilla, así como en localidades como Barcelona, Almería, Alicante, Castellón, Zaragoza, Palma de Mallorca o Aranda de Duero (Burgos).
La organización criminal empleó los establecimientos «locutorios» de la red de Western Unión para canalizar los beneficios generados con las estafas debido a:
- 1º.- rapidez con la que se recibe y envían cantidades de dinero desde y hacia cualquier parte del
mundo. - 2º.- el anonimato a la hora de realizar el cobro y el envío del dinero, mediante la
utilización de documentación falsa.
Y los métodos empleados por la organización se pueden sintetizar en tres modelos:
- 1º.- la utilización de personas que por una pequeña comisión, remitían diversas cantidades de dinero a personas que no conocen y que les indican los miembros de la organización criminal (conocidos en el argot como «pitufos»), y que tras recibir el dinero se dirigen a un locutorio y lo remiten a donde les han dicho;
- 2º.- Los agentes autorizados por las entidades de pago, en este caso Western Unión, abusan de la buena voluntad de sus clientes, utilizando sus datos sin autorización, toda vez que para realizar un envío hay que dejar una fotocopia
de su identificación y la misma queda en poder del agente, con lo cual es fácil que con posterioridad la utilice para mandar dinero sin el consentimiento de la persona en cuestión.- 3.- Confección de documentos falsos, generalmente pasaportes, empleados por los agentes titulares de los locutorios para el cobro del dinero remitido por las víctimas y su posterior envío a otros países donde radica el resto de la organización criminal.
En cualquiera de los tres modelos, los responsables de los establecimientos comerciales denominados locutorios y que eran agentes de Western Unión, eran los que gestionaban y llevaban a cabo de forma física los pagos (recepción de envíos de dinero procedentes del exterior) y los envíos de dinero (remisión de dinero al extranjero), y constituían el elemento esencial de la organización para llevar a cabo la estafa.
Los locutorios de España utilizados por la organización para canalizar el dinero han sido en total 134, y los movimientos de circulación de fondos investigados abarca el periodo de tiempo comprendido entre mediados del año 2009 y diciembre del año 2012.
El importe total de lo defraudado según las denuncias presentadas a fecha 8 de octubre de 2014 ha ascendido a 17.575.047,60 €, si bien la cantidad remitida a Nigeria por los locutorios investigados es de 47.131.721,12 €.
La diferencia entre la cantidad denunciada y la detectada como remitida a Nigeria se debe a que existe una elevada cifra oculta de víctimas que no presentan denuncia por diversas circunstancias como son el desconocimiento de que todo sea una estafa, el miedo o vergüenza a denunciar o las amenazas que reciben de integrantes de la organización criminal para que no pongan los hechos en conocimiento de la policía o de autoridades judiciales.
Se han presentado denuncias por 6.513 víctimas localizadas en 18 países de los cinco continentes, si bien la
mayoría proceden de Estados Unidos.